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25 mayo 2014

Santitraining: mes 5 día 25

Mi intensión y petición en cada paso del camino será: Bienestar para Venezuela.


Creo firmemente que una vez logremos bienestar aquí, habremos logrado solventar los temas sociales, políticos, económicos de nuestro país; eso incluye: libertad, educación, valores, seguridad, democracia, cobertura de las necesidades básicas, respecto, sensatez, etc.

Espero poder verlo.

Fe, 
Vicky


08 mayo 2014

Santitraining: Mes 5 exacto

¡Finalmente llegó el 08 de mayo! Esto quiere decir que falta 1 mes para cruzar el charco; y 1 mes y 5 días para comenzar el Camino :D

[NOTA MENTAL 1: Quiero dar disculpas adelantadas porque hoy Venezuela amaneció acontecida, pero este es un post que tenía pensado hace mucho, tomando en cuenta que hace mucho no posteo nada. FIN]

Sé que he estado desaparecida por aquí, por temas personales, laborales y de país; pero eso no ha impedido que continúe con el trabajo de mis objetivos mentales y físicos.

Lo más importante de todo este proceso ha sido desarrollar la constancia pacientemente y para eso tuve que romper una cantidad importante de patrones mentales. Me gusta definir los patrones mentales como hojas cuadriculadas con fórmulas preestablecidas que tenemos en lo más profundo de nuestro subconsciente y que muchas veces definimos como verdades verdaderas e inmutables; y resulta que lo único que tenemos garantizado mientras respiremos, además de la muerte, es el cambio.

Cuando se genera el cambio, evolucionamos. Si no, no creo que nos estanquemos, más bien desarrollamos un estado de confort que lejos de hacernos avanzar, nos hace retroceder, muchas veces sin darnos cuenta (por no decir siempre).

Eso me hace pensar que a propósito del Camino, estoy leyendo un libro de Paulo Coelho, llamado el Peregrino y que es una historia basada en su propia experiencia durante su peregrinación en el Camino de Santiago.

[NOTA MENTAL 2: Jamás pensé que volvería a leer un libro de ese autor, mucho menos después de descalificarlo duramente y rechazar sus obras constantemente. Resulta que en este momento de preparación para el Camino, he entendido completamente que todo es cíclico y que la energía se mueve en espiral. Así, Paulo Coelho ha vuelto a mis manos y yo no puedo parar de leer, ya que, evidentemente, él tiene una experiencia que yo aún estoy a la espera de tenerla. FIN]

De allí quisiera mostrar la siguiente frase:

"En fin, es la decisión del hombre de cumplir con su destino lo que lo hace ser realmente un hombre y no las teorías que él desarrolla sobre el misterio de la existencia".

Lo anterior, no solamente lo relaciono con los patrones mentales cuadriculados que tenemos, sino también, con la resistencia a cambiar esos patrones mentales. Estoy convencida que esa resistencia es la que nos lleva al sufrimiento, la victimización y, por ende, a la infelicidad.

En un post anterior, escribí sobre el ego y el alma. Cuando vivimos en automático nuestra voz es 100% la del ego y esa voz es la que nos hace resistirnos cada vez con mayor fuerza a lo que sabemos, desde el alma, que no es para nosotros. Por ello, no salimos de esa sensación de inconformidad y es por ello que somos inmensamente infelices. Hasta el día que conscientemente escuchas la voz del alma, desarrollas el desapego, te enamoras de ti mism@ y comienzas a trabajar desde allí por ti y para alcanzar las metas que efectivamente son las que te convertirán en un mejor ser humano cada día, no solamente para el mundo, sino para ti mism@.

[NOTA MENTAL 2: Quisiera pensar que todos recibimos ese día abiertamente, pero sé que no es así. FIN]

Si cada uno de nosotros desarrollara su amor propio de una manera genuina y bondadosa, el mundo sería un lugar muy diferente y se cumpliría completamente lo que un día Jesús dijo: "Ama al prójimo como a ti mismo". Creo que es demasiado evidente que los seres humanos se quieren muy poco, sino observa la falta de amor que hay en el mundo.

Ya para terminar, dejo la siguiente imagen de un fragmento de El Peregrino, el cual leí ayer antes de dormir y me encantó. Lo quiero compartir en pro del desapego, la aceptación y el cambio que requerimos para llegar al estado de felicidad que anhelamos con cada respiro.



Falta poco peques.
All you need is love,
Vicky



18 marzo 2014

Santitraining: mes 3 en curso

Después de aproximadamente un mes sin escribir algo en este espacio, quisiera decir que en un día cambió todo. Me atrevería a decir que en un segundo, en el que una bala fatal atravesó el cuerpo de un chamo llamado Bassil, después de él han sido casi 30 balas fatales en protestas, más los heridos, más los que mueren todos los días en nuestras calles por causa del hampa. Sin embargo, creo que esa primera bala fue el detonante del cambio y entendimos que para tener el país que queremos no podemos resignarnos y callar ante una situación repleta de injusticia, sino que debemos hablar y actuar.

Luego de eso vino la represión. A través de la fuerza aplicada por parte del Estado, las acciones se tiñeron de desesperación y pasión enardecida, y las voces en gritos e insultos. Llegando así a una situación llena de odio, violencia e intolerancia.

Efectivamente, en Venezuela tenemos una situación muy compleja que se ha extendido por una década y media, y la cual no voy a proceder a describir. Sin embargo, sí voy a mencionar que no solamente quienes han estado en el poder y lo líderes políticos de la oposición son los responsables. Todos quienes tenemos una cédula de identidad venezolana somos responsables.

Somos responsables porque dejamos que sucediera: abandonamos la calle, abandonamos al casa, abandonamos la familia, abandonamos el país, nos metimos en la burbuja de "ese no es mi peo" (perdón el francés) y tomamos una actitud escapista, individual y de auto engaño. En cierta manera, nos convertimos en seres pasivos y automáticos - un poco lo que quiere el gobierno de turno.

Después de comentarle esto a mi psicoanalista, ella me dijo que adicional a eso, ella veía una actitud maníaca en toda esa situación, dicha actitud viene a partir de Cadivi. Poco a poco, en nuestra mente, Cadivi de viajero/estudiante se convirtió en una especie de escape pagado con dólar barato y hacemos todo lo posible por sacar provecho del mismo. Y allí caí en cuenta que en mi caso, no solamente lo he hecho en plan vacaciones, sino en plan estudios afuera con intentos fallidos de quedarme fuera de Venezuela, huyendo del problema, de la realidad y del desastre.

Así que, evidentemente, también es mi culpa.

Y me pregunto, ¿Cuántos como yo existen? (Incluir aquí a los que sí se quedaron fuera del norte de América del Sur). ¿Cuántos como yo escaparon o quisieron escapar?

En mi caso, no todos los casos son iguales, siempre he vuelto. Admito que no ha sido precisamente por el deseo de volver al trópico, sino por obligaciones del destino.

Creo que a mis 28 años, nunca había vivido una situación tan compleja, tan diversa y tan fluctuante emocionalmente. Creo que nunca pensé que estaría en una situación así, donde plantearme cosas a mediano y largo plazo me genera tal ansiedad que simplemente pienso y planifico el futuro inmediato y el día a día. Y eso me genera tranquilidad, ya que la vida es no se puede planificar.

Ahora bien, y a pesar de todo lo anterior, esta vez no quiero huir de Venezuela. Pero, entiendo que para poder lograr nuestros objetivos de bienestar y realización ciudadana, debemos cambiar para que nuestra lucha y resistencia tenga el resultado más favorecedor posible. Y para poder ver cambios colectivos, tenemos que cambiar individualmente.

Si pedimos inclusión, no podemos discriminar al otro. Si pedimos amor, no podemos odiar al otro. Si pedimos verdad, no podemos mentir. Si pedimos paz, no podemos ser violentos en ningún nivel: actos, pensamientos, palabras. Si pedimos cordura, no podemos ser locos. Si pedimos lógica, no podemos ser ilógicos. Si pedimos respeto, no podemos irrespetar. Si pedimos tranquilidad, no podemos atacar al otro. Si pedimos que se cumpla la constitución, no podemos violarla. En fin, si queremos ver algo materializado en nuestra realidad, no podemos actuar de forma contraria. Debemos ser coherentes con nuestras peticiones y actos.

Para finalizar, quisiera decir que el cambio interno requiere mucha paciencia, inteligencia, amor y sensatez. Es un trabajo de todos los días y no debemos rendirnos. Debemos abrir lo ojos, estar conscientes de nuestras acciones, ejecutar las que sumarán en el bienestar de todos y no solamente verificar si los actos de los demás son correctos.

Obsérvate y conviértete en el cambio que quieres ver en el  mundo.

Paz para ti y para Venezuela,
Vicky





PD1: ¿Y el Santitraining? Sinceramente, hubo unos días de mediados de febrero con actividad física nula, pero a pesar de todo y en pro de la constancia, ha sido retomada, junto con las demás actividades de meditación, alimentación, etc 

PD2: ¿Tiene que ver este post con el Santitraining? Sí, porque la bolsa que estoy llenando de peticiones, promesas, intensiones y acciones antes de ir al Camino.