19 febrero 2015

Volver


Hace mucho no escribo. Siempre que dejo de escribir es porque me interno en mi cascarón y comienzo a reflexionar sobre cosas del pasado, del presente y en esta ocasión del futuro que quiero.

Una vez leí que el presente es el resultado de decisiones tomadas en el pasado. No importa si fue una decisión de 5 años, 2 meses, 3 horas y 5 segundos. Eso es el presente. El presente es una cosa efímera que dura 1 segundo pero que es capaz de hacerte sentir la felicidad más grande. Eso es el presente. Por tanto, si el presente es una decisión tomada en el pasado y además te hace sentir lo más bonito de la vida, entonces yo en este tiempo decidí ser feliz.

Hace mucho, y confieso que inconscientemente, he estado pensando y reflexionando sobre este tema de temporalidad. De hecho, en este mismo blog, cuando sirvió de terapia para drenar y drenar, en ese entonces escribí:

"El presente no existe. La vida se debate entre pasado y futuro. El presente se desvanece justo cuando termino de decir la palabra: P R E S E N T E... Ay! Ya se convirtió en pasado."(Random)

En aquel momento yo escribía de las cosas que odiaba (drenar), me quejaba de todo (drenar), lloraba (drenar y drenar). La cosa es que el cuerpo es tan inteligente que se buscó una forma de drenar todas esas cosas oscuras que estaban dentro de mí para limpiar y así poder conectar nuevamente con la persona que realmente llegó a este mundo. Lo más loco es que mi cabeza no tenía idea de nada de lo que estaba haciendo mi cuerpo. ¡Touché! Y poco a poco fui llegando a un punto en el que después de tanto sacar, tanto limpiar y tanto detestar, escribí esto unos 6 meses después:

"Últimamente he estado pensado que cuando la vida se vuelve tan rara, tan vacía, tan monótona, tan ocupada, tan cuadrada, tan planificada… es porque el punto de quiebre se acerca. Así que: sea lo que sea, ¡Come to mama baby!" (Random: segunda entrega)

Hace poco me acordé de esto que escribí hace 4 años cuando vivía en Madrid y me sentía completamente desesperanzada. Después de escribir eso, mi vida cambió sin buscarlo, sin estar consciente ello. Después de escribir eso y en cuestión de unos 8 meses, volví a Caracas: una ciudad hermosa, cálida, verde, llena de oxígeno pero hundida en el odio, la corrupción, la decepción, la separación y la mala onda. Sin embargo, esa ciudad preciosa pero llena de problemas me brindó la grandísima oportunidad de recuperarme y de reencontrarme. Con lo cual, y después de casi 3 años de haber vuelto siento con todo mi ser que cada una de mis células está agradecida con esta ciudad, sin importar nada e incondicionalmente.

El día que recordé aquello de la monotonía y los cambios, tampoco sabía los cambios que venían. Los cuales aún no tengo tan claros pero que estoy súper abierta a recibirlos. Por lo pronto, cada día trabajo para que mi presente del futuro sea lo que realmente quiero y lo que realmente me pone una sonrisa genuina en la cara.

Culmino agradeciendo a todos aquellos que han participado de una forma u otra en hacer que consiga mi camino. No necesariamente los conozco, otros tengo la dicha de conocerlos y otros aunque no estén físicamente cerca, en nuestros corazones estamos súper conectados.

L v e,
Vicky


No hay comentarios:

Publicar un comentario