Hace
mucho no escribo. Siempre que dejo de escribir es porque me interno en mi
cascarón y comienzo a reflexionar sobre cosas del pasado, del presente y en
esta ocasión del futuro que quiero.
Una vez
leí que el presente es el resultado de decisiones tomadas en el pasado. No
importa si fue una decisión de 5 años, 2 meses, 3 horas y 5 segundos. Eso es el
presente. El presente es una cosa efímera que dura 1 segundo pero que es capaz
de hacerte sentir la felicidad más grande. Eso es el presente. Por tanto, si el
presente es una decisión tomada en el pasado y además te hace sentir lo más
bonito de la vida, entonces yo en este tiempo decidí ser feliz.
Hace
mucho, y confieso que inconscientemente, he estado pensando y reflexionando
sobre este tema de temporalidad. De hecho, en este mismo blog, cuando sirvió de
terapia para drenar y drenar, en ese entonces escribí:
"El
presente no existe. La vida se debate entre pasado y futuro. El presente se
desvanece justo cuando termino de decir la palabra: P R E S E N T E... Ay! Ya
se convirtió en pasado."(Random)
En
aquel momento yo escribía de las cosas que odiaba (drenar), me quejaba de todo
(drenar), lloraba (drenar y drenar). La cosa es que el cuerpo es tan
inteligente que se buscó una forma de drenar todas esas cosas oscuras que
estaban dentro de mí para limpiar y así poder conectar nuevamente con la
persona que realmente llegó a este mundo. Lo más loco es que mi cabeza no tenía
idea de nada de lo que estaba haciendo mi cuerpo. ¡Touché! Y poco a poco fui
llegando a un punto en el que después de tanto sacar, tanto limpiar y tanto
detestar, escribí esto unos 6 meses después:
"Últimamente
he estado pensado que cuando la vida se vuelve tan rara, tan vacía, tan
monótona, tan ocupada, tan cuadrada, tan planificada… es porque el punto de
quiebre se acerca. Así que: sea lo que sea, ¡Come to mama baby!" (Random: segunda entrega)
Hace
poco me acordé de esto que escribí hace 4 años cuando vivía en Madrid y me
sentía completamente desesperanzada. Después de escribir eso, mi vida cambió
sin buscarlo, sin estar consciente ello. Después de escribir eso y en cuestión
de unos 8 meses, volví a Caracas: una ciudad hermosa, cálida, verde, llena de
oxígeno pero hundida en el odio, la corrupción, la decepción, la separación y
la mala onda. Sin embargo, esa ciudad preciosa pero llena de problemas me
brindó la grandísima oportunidad de recuperarme y de reencontrarme. Con lo
cual, y después de casi 3 años de haber vuelto siento con todo mi ser que cada
una de mis células está agradecida con esta ciudad, sin importar nada e
incondicionalmente.
El día
que recordé aquello de la monotonía y los cambios, tampoco sabía los cambios
que venían. Los cuales aún no tengo tan claros pero que estoy súper abierta a
recibirlos. Por lo pronto, cada día trabajo para que mi presente del futuro sea
lo que realmente quiero y lo que realmente me pone una sonrisa genuina en la
cara.
Culmino
agradeciendo a todos aquellos que han participado de una forma u otra en hacer
que consiga mi camino. No necesariamente los conozco, otros tengo la dicha de
conocerlos y otros aunque no estén físicamente cerca, en nuestros corazones
estamos súper conectados.
L ♥ v e,
Vicky